El conflicto forma
parte de las relaciones entre las personas, debido a las diferencias de
opiniones, expectativas, creencias, valores o deseos que a menudo existen. Por
este motivo, aprender cómo afrontar los conflictos es muy importante para poder
mantener relaciones sanas con los demás.
El conflicto surge
cuando las necesidades de una persona no se están satisfaciendo debidas a que
otra persona lo impide, generalmente porque sus necesidades están en
contradicción con las del otro. A veces los conflictos se encarnizan y se
vuelven más y más intensos debido a que no se maneja adecuadamente la situación
y eso da lugar a más problemas.
Los conflictos no
son malos, pueden tener tanto aspectos positivos como negativos. Se ha de
favorecer el tipo de desacuerdo que puede conducir a resultados positivos,
aunque de forma controlada.
Lo ideal es evitar
los problemas, no siempre es posible. Si no puede impedir el conflicto, intente
hallar la solución más positiva.
El modo como veas
el conflicto también va a influir en cómo se desarrolle. Si a través de las
experiencias vividas, has aprendido a temer el conflicto y a verlo como una
gran amenaza o como algo destructivo, entonces le tendrás miedo y no sabrás
cómo manejarlo, tendiendo a huir y a no resolver los problemas, en algunas ocasiones
se puede percibir como algo traumático y reaccionar con gran ansiedad o una ira
defensiva.
Cuando una persona
tiene miedo al conflicto, tiende a evitarlo, pero eso no hace que desaparezca,
sino que permanece ahí, sin solución. Por lo regular,
tendemos a responder a las situaciones de conflicto con un estilo predominante
de aproximación al conflicto. Cada estilo se manifiesta en un conjunto de
comportamientos. Aunque un estilo suele ser el dominante a lo largo del tiempo,
las personas somos capaces de variar el estilo de nuestro comportamiento a
medida que un conflicto se desarrolla, empleando comportamientos situacionales.
Los conflictos se
han de solucionar de la forma más positiva posible. Por lo general, se puede
conseguir de uno de los siguientes modos, dependiendo de que exista un
verdadero entendimiento de la situación que se tiene entre manos:
- Simular que realmente no hay disensión. Si el asunto no es muy importante, este método puede funcionar, al igual que también dará resultado si la situación se puede posponer fácilmente.
- Restar importancia a la diversidad de opiniones, especialmente si el caso requiere que la relación entre los implicados sea armoniosa.
- Utilizar la autoridad para influir en la situación. Cuando uno de los implicados posee una autoridad reconocida y aceptada por los demás, puede in fluir en la situación como desee, incluso hasta el punto de lanzar un ultimátum. Esto puede aportar una solución inmediata al conflicto, pero no favorece mucho la relación entre los implicados.
- Comprometerse. Cuando dos personas (o dos grupos de personas) hacen todo lo posible por ceder un poco para satisfacer sus necesidades mutuas.
- Colaborar. Cuando todas las personas que trabajan por una meta común (en la que cada uno se da cuenta de que ésta es más importante que los individuos), acuerdan resolver un conflicto a través de la colaboración. Este método requiere tiempo, esfuerzo, ganas de que funcione y una cierta habilidad para la negociación.
Fuente:
http://motivacion.about.com/od/relaciones/a/La-Resolucion-De-Conflictos.htm
http://www.inteligencia-emocional.org/cursos-gratis/como-tratar-personas-dificiles/como_hacer_frente_al_conflicto.htm
http://www.vitral.org/vitral/edvitral/edit/41.htm